martes, 23 de octubre de 2012

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Homeland (2x04) New Car Smell: Golpe efecto

“Homeland” sigue afianzándose tanto como acontecimiento televisivo como serie de calidad e imprescindible para cualquier seriéfilo que se precie. Showtime es consciente de su capacidad y ya ha encargado una tercera temporada para que los guionistas de “24” sigan dando forma a la revisión de la serie israelí “Hatufim”. Como una gran serie no puede estar exenta de una gran polémica una demanda se cierne por parte de las autoridades libanesas al haber utilizado en el arranque de la ficción escenarios de Israel cuando tratan de reflejar a la ciudad de Beirut. Para colmo el ambiente peligroso y de pura tensión que refleja “Homeland” han causado una insultante conmoción en Líbano. ¿Se habrán planteado que es una ficción y que aquello de cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia no es casualidad? Es momento de repasar “New Car Smell”, cuarto capítulo de la segunda temporada de la ¿polémica? Serie.

Si State of Independence fue, en cierta medida, un parón para el poderoso y excelente arranque de la segunda temporada, “New Car Smell” llega para reactivar la serie y producir un explosivo punto de giro. Aquellos que intentamos divisar el futuro de la serie sabemos que pasa por Brody ‘trabajando’ para la CIA para dar caza, a modo de señuelo, a Abu Nazir. Obviamente esa ‘idea de futuro’ podría tanto cerrar la serie como producir un giro para su recta final. Como los guionistas de “Homeland” siempre nos quieren sorprender aquí rizan el rizo para dejar un final que invita a numerosas posibilidades. Veamos: Saul Berenson desvela a David Estes directamente en su casa la cinta que revela la verdadera identidad de Nicholas Brody. Consternado e impactado David sabe que su cabeza va a ser rebanada… a menos, como le indica Saul, que evite un atentando contra EEUU y quede como héroe. De momento, el ‘secreto’ se quedará en ese triángulo elemental que forman Carrie, Saul y David y el plan de acción será vigilancia en un pequeño equipo independiente.


Las tramas independientes bordean a las principales potenciando los efectos y posibilidades. Así, Dana sigue conectando con Walden Finn, el hijo del vicepresidente, y protagonizan una romántica y bella secuencia en el interior del monumento a Washington. Dana confiesa la atracción y Walden quiere que sea su novia… aunque Dana le pide tiempo para hablar con su actual novio y no quedar como una ‘capulla’. Realmente el secreto de Brody puede dinamitar su vida personal y aquí se produce una separación entre Jessica y su marido por sus reiteradas mentiras. Brody no puede confesar ‘su’ verdad y su mujer ha dejado de confiar en él provocando que tenga que irse a un hotel por una temporada. En su casa se persona Lauder Wakefield, borracho y con sus teorías sobre Brody. Jessica llama a su marido pero no responde y echa de nuevo mano a ese generador de celos llamado Mike Faber. Los guionistas han decidido que ya basta de oficiales del ejército percheros y Faber va a tener seguramente protagonismo al empezar a unir él mismo piezas sobre Brody y Walker.


Para la trama central la serie no ha escatimado en nada. Ni siquiera en ritmo y agilidad para avanzar a pasos de gigantes hacía un giro final de esos que marcan época y Emmys. Carrie regresa con su equipo para espiar a Brody pero David Estes ha metido a alguien que considera de confianza: Peter Quinn, analista inteligente y brutalmente sincero. Aparte de humor el chico va a aportar agilidad y un contra-dialogo que necesitaba airadamente Carrie. El plan es forzar un encuentro entre Carrie y Brody para que el congresista se ponga nervioso e inicie el contacto con sus aliados terroristas. Carrie espera a Brody en Langley, que se retrasa y llega en taxi por tener que limpiar su coche por el olor a tabaco que dejó el ‘sastre’. Carrie fuerza el encuentro y Brody se queda sorprendido al descubrir que ha vuelto a la CIA. En la reunión que mantiene en Langley se encuentra con Roya Hammad con la que habla del regreso de Carrie. Es curioso que dicha conversación sea filmada pero no tengan ‘audio’. ¿No tiene presupuesto la CIA para contratar a personas que lean los labios o no es operativa de la organización? Roya cree que Carrie ha regresado por Abu Nazir y le confirma que sus huellas están borradas de Gettysburg. Al notar que Brody está nervioso le indica que puede retomar la relación para confirmar qué sabe Carrie. En el bar del hotel por la noche Brody llama a Carrie para tomar una copa. Ambos juegan el uno con el otro y Brody saca temas peliagudos para desestabilizar a la agente. Finalmente, el congresista se va a su habitación y deja sola a Carrie en el bar… Habla con el móvil con Saul y Peter. Para ellos ha estado perfecta pero Carrie ha notado en la mirada de Brody que sabe todo. Aunque Saul y Peter insisten en que regrese a la base que han establecido, Carrie parece que va a optar por algo que golpea fuertemente a “Homeland”. Brody está nervioso en su habitación del hotel y alguien llama a su puerta. Por la mirilla confirma aquello que vimos en el trailer: es Carrie y entra para hablar. Carrie se deja de florituras sexuales y saca a relucir la verdadera identidad de Brody ante el asombro del terrorista. Brody intenta refugiarse en la locura de la que fue su amante y Carrie confiesa el amor que profesó antes de que la policía interrumpa para arrestar a Brody y ponerle una capucha en la cabeza. Carrie se queda sola en la habitación para calmarse por el subidón: “Homeland” ahora es puro material inestable.

Eres una vergüenza para tu país, sargento Nicholas Brody. Eres un traidor y un terrorista. Y ya es hora de que pagues por ello.

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