miércoles, 10 de julio de 2013

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Corina nunca llegó a probar la leche Pascual

Al final, Corina nunca llegó a probar la leche Pascual. Una pena. Pese al radiante desenlace y beso romántico que daba pie a la última página del noveno programa de “Un príncipe para Corina”, el epílogo del cuento que parecía feliz —con una piscina con olor a regaliz— ha quedado en perfume barato de rastrillo. Diferentes medios se han hecho eco de las declaraciones de Corina Randazzo, una vez se le pasó su habitual resaca, donde confirma que Pascual es un muy buen amigo pero nunca llegaron a formalizar su relación. ¿¡Y para eso 9 programas y 25 pretendientes!? Repito: ¡9 programas y 25 pretendientes! Otra cuestión extraíble de todo el desternillante asunto es que realizar periodismo sobre redes sociales es un arma de doble y peligroso filo. Un ejemplo es el siguiente tweet desde las cuentas de ambos protagonistas después de la emisión del último programa: 

¿Parecía que el final del cuento proseguía en la actualidad? Pues va a ser que no. La mejor serie de ficción española de 2013 se ha mantenido fiel a su formato: cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia. Podríamos entender que Corina diera carpetazo a su relación con el policía gaditano para salir en Interviú y pasear sus modelitos por los platós de televisión pero tampoco son sus intenciones, aunque nunca se pueda decir que de tal agua no se beberá… Tampoco el spoiler y trolleo de Dinio García se ha cumplido a rajatabla. De acuerdo, Pascual ganó pero no conquistó finalmente el corazón de su princesa y no siguen juntos. Y, para finalizar, tampoco nos imaginamos a la tal Corina como una nueva diva televisiva cuando siempre ha afirmado que fue precisamente la televisión aquella que acudió a su persona. Dice que quiere ser entrenadora personal y estudiar para tal desenlace, poniendo punto final a su aventura catódica, y su falta de oportunismo constata nuestros malos, venenos y pérfidos pensamientos: nuestra princesa paleta no sabe aquello qué quiere y comía con los ojos. Pasó de Diego y su yate llamado ‘polla’, pasó de un chino vasco, pasó de protagonizar las aventuras románticas de Capitán América y pasó de hombres tan atractivos y seductores como un vampiro fan de OBK, Restituto o David Pedre. En definitiva, ¿una auténtica tomadura de pelo o un recordatorio que nos confirma que “Un príncipe para Corina” fue una serie de ficción?

Con el guapísimo Restituto nunca hubiera pasado esto
Y colorín colorado este cuento, al parecer, nunca se ha acabado. O sea, que continuará...

2 comentarios:

  1. Me siento ofendido como telespectador y todo xDDD

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    1. Da la impresión de que todo fue un montaje desde el principio y que la niña tenía claro su rol como el del resto de 'secundarios' cogidos de agencias de actores y figuración. ¡Muy fuerte!

      Trágicos saludos! :(

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