lunes, 27 de enero de 2014

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Machete Kills: ¡Qué inyustisia!

“Machete Kills”
Director: Robert Rodriguez
EEUU
2013


Sinopsis (Página Festival de Sitges):

Ante las amenazas de un loco millonario y de un revolucionario que quieren terminar con el mundo, el presidente de los Estados Unidos recurre a aquel que daban por muerto, aquel que sigue llorando por su familia... a Machete, que vuelve al redil en esta película más delirante y con más frases memorables. La inventiva de Robert Rodríguez se ve arropada aquí por un casting de aúpa y por dosis infinitas de acción; porque Machete mata, eso es lo que hace.

Crítica Bastarda:

Descuartizada por público y crítica, “Machete Kills” es otra de las grandes películas de 2013 menospreciadas e injustamente maltratadas. ¡Qué inyustisia! Pre-nominada a 6 Razzies y finalmente aspirante en la lista final a una estatuilla para Lady Gaga, nos encontramos ante una obra metafísica-y-ficcional que no ha sido entendida por el público. Calificada de tener menos suspense que una película de Austin Powers y de ser demasiado aburrida y agotadora y absolutamente ridícula (entre otros 5.599.445 millones de insultos) ha quedado claro que el odio es el nuevo material del que están hechos los sueños cinematográficos. Con todo lo anterior se confirma que la audiencia y la prensa especializada no ha entendido aquello que cuenta Robert Rodriguez en una cinta filosófica y donde la hipérbole se transforma en un desgarrador y duro drama existencial. “Machete Kills” no es una comedia ni una cinta de acción sino una tragedia fílmica donde la execración de proyectiles permuta referente a los sollozos y ríos de lágrimas que conviniera en retozo de acotaciones (y leyendas) introspectivas concernientes al pasado que se desliza y se repite en el presente (y futuro).


Cualquier ser con dos dedos de frente entiende el génesis lacónico de la obra (Machete, 2010) como una preposición de un sujeto que detonaba un supuesto falso trailer y broma que se cercioró en un largometraje dramático sobre la inmigración y la caza de los países civilizados, para su aprovechamiento y ajusticiamiento a convicción. En sí misma, la obra que ratificaba a Rodriguez como manipulador del grindhouse tras “Planet Terror” (2007), aterrador drama laboral de una bailarina de striptease, y al mismo tiempo reverberación anacrónica de referencias y mitos pasados. Así, “Machete Kills” llega como intersección y equivalente a un medio para establecer y atrapar de nuevo al personaje en un falso trailer como circunferencia violenta del destino. El director de “El mariachi” exorciza a los fantasmas de su filmografía por narrar la crónica de la repetición, que oscila entre el mainstream y la autoralidad, para establecer un diálogo universal sobre el cine como entidad iterativa y decadente. La máquina de machacar y ‘machatear’ nos inhibe en un cross-over quimérico del firmamento fílmico de ‘Star Wars’ y la retórica “Mad Max: Salvajes de autopista”, “Moonraker” y “Buck Rogers”. 


El resultado es una cinta que en sí misma es un reproducción que no para de repetirse internamente cambiando de cara como el asesino/a que se reniega a interpretar Lady Gaga como pauta de la constante indicada. Los personajes tratan de ser infieles a los personajes que han creado los propios actores que los interpretan del modo que los espectadores no paren de llorar ante el extenso drama que se plantea afianzado en diálogos filosóficos y existenciales del tipo:
La venganza es la única bitch por la que tienes que preocuparte. ¡Este vestido me costó más que tu maldita vida!

—¿Alguien no te ha dicho, que no lleves un vestido a una pelea armada?

—Oh baby, siempre me visto para lo mejor.

—Yo me visto para matar.
Al igual que sucedió con Scary Movie 5, drama metaficcional y dreyeriano, o Los amantes pasajeros”, drama hitchcokiano y político sobre la espesura crítica de un país en eterno aterrizaje forzoso, el público ha sido víctima de su confusión para repeler esa suma de reproducciones de obras tan poéticas, afectadas por el desaliento del traje sobre el que se visten. Que tengamos una interrelación en las mismas gracias a Antonio Banderas y Charlie Sheen no es casualidad. “Machete Kills” se acicala con la dicotomía de un atuendo para matar y el emperifollamiento del canalillo de Miss Mainstream sin saber recomponerse el tanga o colocarse el filetón, pero acertando en la hipocresía de los héroes que dicen que no tuitean en público pero sí whatsappean en privado.Tristísima hasta las entrañas (digitales o no), esperemos que algún día se reivindique este monumental drama sobre la regeneración y remodelación del homenaje (y su muerte) como se merece. ¡Qué pena! ¡Qué inyustisia! Recemos por Machete. Recemos por ese héroe de la humanidad que ahora surca y sobrevuela los cielos en la misión más imposible jamás concebida: buscar el balón que lanzó allí Sergio Ramos. Porque Machete mata, eso es lo que hace... y si no te mata de risa lo hará de pena o aburrimiento. Por favor, antes de soltar su mielda sobre esta película tengan en cuenta todo lo anterior. GRASIAS.

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