miércoles, 18 de febrero de 2015

1

Selma: Blanco malo, negro bueno

“Selma”
Director: Ava DuVernay
Reino Unido / EEUU
2014

Sinopsis (Página Oficial):

“Selma” retrata la lucha histórica de Martin Luther King para garantizar el derecho de voto de todos los ciudadanos y la peligrosa y terrorífica campaña que se cerró con una larga marcha desde la ciudad de Selma hasta la de Montgomery, en Alabama, y que llevó al presidente Johnson a firmar la ley sobre el derecho al voto en 1965. El reparto está compuesto por David Oyelowo (Interstellar, El Mayordomo), Tom Wilkinson (El gran Hotel de Budapest, “El llanero solitario”), Tim Roth (“Grace de Mónaco”, “Funny Games”, “Reservoir Dogs”), Tim lake Nelson (Lincoln), Common (“Ahora me ves...”), Carmen Ejogo (“Anarchy: La noche de las bestias”, “Un lugar donde quedarse”), Tessa Thompson (“Dear white people”, “For colored girls”) y Lorraine Toussaint (las series de televisión Forever, “El cuerpo del delito” y “Scandal”).

Crítica Bastarda:

Considero que “Selma” es víctima del contexto, mártir de la cita del propio Martin Luther King dentro de El mayordomo de Lee Daniels: «La oscuridad no puede expulsar a la oscuridad, sólo la luz puede hacer eso». El problema no es la lucha de la luz y de la oscuridad sino de la oportuna concepción de un mundo maniqueo en el que no habita ningún gris. El film de Ava DuVernay se suma, por lo tanto, a toda esa interminable lista de recientes títulos que hablan sobre el racismo en EEUU y que desean optar al Oscar… sin que sepamos exactamente cuál es el fin aunque sí su modo de abarcarlo y satisfacerlo. Esa forma y condición nos remite a la misma y funcional fórmula. Los blancos son muy malos y muy racistas. Los negros son muy buenos, las víctimas y su lucha es el ejemplo a seguir. El problema aquí es la evidencia histórica y es consecuente que “Selma” haya desatado un sinfín de críticas por el retrato que realiza del presidente Lyndon B. Johnson. Plasmado como uno de los antagonistas, opositores y matones frente a la lucha de Martin Luther King, finalmente acaba siendo un pelele por necesidad. Uno de esos villanos que al final ayudan al héroe con el sonido de una arcada de fondo. El problema es la evidencia histórica o, mejor dicho, la rúbrica fidedigna. Muchos norteamericanos consideran que fue Johnson el mayor defensor y precursor de la aprobación de las primeras leyes importantes de derechos civiles en EEUU. Al fin y al cabo fue él —y sólo él— el que firmó La Ley de Derechos Civiles en 1964 y la Ley de derecho de voto en 1965… 


Olvídense de cualquier contexto histórico que no interese al color de la piel cinematográfica que propone Ava DuVernay: los blancos son los malos y villanos, los negros ejercen de mártires y son los buenos de la historia y la película. Precisamente Tim Roth interpreta al despiadado y segregacionista George Wallace y “Selma” incide en la vigilancia ‘mecanografiada’ por el FBI y sus técnicas para destruir su matrimonio con falacias y manipulaciones. De nuevo, las evidencias históricas empujan a la producción a un precipicio. Las malas lenguas cuentan que Martin Luther King era un mujeriego adultero, que el plagio era su mandato divino y que su frase «I had a dream» ha mantenido su copyright para codicia y lucro de sus herederos. Cuentan incluso cosas peores… o hay teorías conspiratorias acerca de la retahíla de films sobre el racismo que aterrizan cuando alguien en Hollywood saca una alfombra roja. En mi opinión, las recientes producciones que mejor han hablado del racismo han sido aquellas que han trabajado sobre la hipérbole, alejándose del docu-drama o la adaptación histórica supuestamente más precisa.American Horror Story: Coveny Django desencadenadoson ideológicamente más acertadas y reivindicativas que la infinita munición efectista de latigazos en12 años de esclavitud”. De hecho, las declaraciones de Jamie Foxx durante la promoción del film de Quentin Tarantino fueron más desgarradoras e incisivas con el racismo: 
Eres blanco… No sabes lo que es esto… El estigma de que muchos ven a un negro y para ellos es un delincuente, un criminal, eso no ha desaparecido de la sociedad estadounidense… ¿A qué día estamos? ¿Sábado? El miércoles pasado volvía casa por la noche y una patrulla policial paró mi coche y me apuntó a la sien con una pistola… Solamente porque era de noche y yo era un negro con un buen coche circulando por un barrio de ricos, la mayoría blancos… Eso es lo que pasa cada día en los grandes Estados Unidos de América. Da igual que seas famoso: eres un afroamericano en un mundo de blancos… Hay un racismo muy fuerte en Hollywood. Sus películas, algunas de ellas, te venden una postura biempensante, liberal, integracionista, de buen rollo…, pero eso es una mierda de fachada: Hollywood es un puto nido de racistas, allí se practica el racismo diariamente.
Siempre he pensado que Hollywood utiliza cualquier producción de esta índole (y no al revés) para mostrar en las alfombras rojas —cubiertas de flashes sonrisas y glamour— lo liberales y políticamente correctos que son… Después, se ponen la capucha blanca y van a quemar cruces. Supongo que no interesa ver un film donde se vea la verdadera naturaleza de un icono y que se tenga que engalanar el conjunto para potenciar su discurso. Por contar se pueden contar muchas cosas pero sale Oprah y nos creemos todo lo que nos cuenten. Si a usted no le gusta “Selma” sepa que es un racista. Si critica “Selma” es un racista. Si… ¡RACISTA!


“Selma” hace bien sus deberes. Tiene su metralla sentimental con asesinatos a cámara lenta, porras reventando huesos y villanos racistas sin escrúpulos capaces de aniquilar a cualquier ser a quemarropa. El enfoque de Ava DuVernay es el de un King que acaba de recibir el Nobel de la Paz y que desea aferrarse a ese «Tengo un sueño» que se ha convertido en una frustración al toparse con la dura realidad en materia de derechos civiles en EEUU. “Selma” articula esas piezas de distinto calibre emocional, remitiéndose a la tensión y la barbarie en sus protestas para generar, en cierta medida, un hilo tensor hacia la Casa Blanca. La cuestión era estirar ese espinoso y ensangrentado alambre por esos medios interesados sobre un escenario que dota de simbolismo y significado tanto al título de la propia cinta como a la lucha frente al racismo y la injusticia. DuVernay conoce que existe un film distinto de tono intimista en la relación de Luther King con su esposa y otro que propicia el juego de despachos y poder bajo el eslogan «Negociar, demostrar, resistir». Planteemos “Selma” como una propia contradicción para una clase de ética, donde la utilización de la ‘no-violencia’ de manera deliberada engendra la violencia como maniobra calculada de negociación. El objetivo de King fue ir al mayor nido de víboras racistas para generar el enfrentamiento que necesitaba Lyndon B. Johnson y, así, que el congreso aprobara la ley que garantizara el derecho de voto de todos los ciudadanos sin importar el color de su piel. 

HAIL HYDRA!

El problema del film es la propia y contundente realidad al gestionar en sus créditos finales una especie de victoria en una batalla que aún no ha sido ganada. Los malos sufrieron mucho y todavía se retorcerán en sus tumbas… pero a los buenos tampoco les fue mucho mejor. He ahí la cuestión. Que Hollywood estrenara, además, El francotirador el día de de Martin Luther King Jr. no es demasiado consecuente… Es más, recuerda al estreno de “Daylight (Pánico en el túnel)” en Canal+ el primer aniversario de la muerte de Lady Di. Tina Fey en los Globos de Oro recordaba con ironía que el discurso de la película es como ser comercial de ventas de papel higiénico en Venezuela: “Selma” narra cómo en la década de 60 miles de personas afroamericanas de todo EEUU se juntaron con un objetivo común para formar Sly and the Family Stone, pero la película “Selma” es sobre el Movimiento de los Derechos Civiles de Estados Unidos que funcionó totalmente y ahora todo está bien. 

En resumen, todo está bien… funcionó completamente y ya nadie es racista. Lo dice “Selma”, se lo cuenta Oprah. Que la den el Oscar

Licencia de Creative Commons
Historias Bastardas Extraordinarias by Maldito Bastardo is licensed under a Creative Commons Reconocimiento-NoComercial-CompartirIgual 4.0 Internacional License.

1 comentario:

  1. No podemos negar que todavía existe el racismo y de una manera muy palpable pero también que a veces se le da un tono de racismo a cosas que no lo son y que en un problema tan complejo como es este, la línea no esta trazada claramente, porque los matices de gris de ambos lados son bastante fuertes...

    ResponderEliminar

Lea antes los Mandamientos de este blog.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...