miércoles, 25 de febrero de 2015

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Gotham (1x17) Red Hood: La opción número 3

Después de 17 capítulos la pregunta sigue siendo la misma: ¿qué quiere ser “Gotham”? Su propia definición nos habla de un homenaje a los orígenes de los distintos y variopintos personajes de DC Comics, con James Gordon y Bruce Wayne dirigiendo y condicionado el punto de vista grupal. Por parte de la precuela de Batman —y la mitología acerca del asesinato de Thomas y Martha Wayne— el arco argumental ha ido dando bandazos y finalmente ya suenan los redobles de la conspiración corporativa y subidas y bajadas de pieles en plena pubertad. Respecto a Gordon, el procedimental se ha impuesto como forma, condición y formato del propio show. Con infinitas deudas a ‘Gotham Central’ de Ed Brubaker y Greg Rucka, Bruno Heller ha optado por la colección de postales —de momento, un tanto ‘random’ y a capón— para satisfacer las ansias de una audiencia que confunde el drama con la comedia. Y es que “Gotham” se ha convertido en un ‘MEME generator’ infinito y una de las mejores series de humor que se emiten en la actualidad. Repasemos “Red Hood”, decimoséptimo capítulo de la primera temporada de la propuesta humorística de FOX.

Si alguien lee ‘Red Hood’ inmediatamente piensa en ‘El Hombre tras la Capucha Roja’ pero la aportación icónica del capítulo nos va a recordar un tanto a la maldición del Anillo Único. Todo aquel que se ponga esa capucha escarlata acabará desangrado, empapando el pavimento y su propio cuerpo con un líquido surgido de sus entrañas con el mismo color. Alguien siempre querrá arrebatarle su capucha. ¡Mía, mi tessssoro! Toda la suerte se evapora para conjugar una historia interna y leyenda acerca de un icono que nadie puede descartar que acabe en manos del Joker… Aunque, el problema del show, es su escasa continuidad en este tipo de asuntos. “Red Hood”, por lo tanto, es un episodio que vuelve a dejar numerosas preguntas en el aire… y ojos saltando en cliffhangers desopilantes. En cierta medida, el cameo de Jeffrey Combs (“Re-Animator”) no deja de marcar el icono frente al propio personaje, como si la audiencia fuera a perdonar el desaguisado argumental por el mero hecho de la cita y mención. Flashback. Mooney, con un condón de trapo en la cabeza, organizó la toma de La Bastardilla y se dirigía a hablar con el gerente que menciona rápidamente al Dr. Francis Dulmacher. ¿Dullmacher? WTF!? ¿ESTE es de HYDRA, está trolleando o qué? Sabemos que The Dollmaker hará acto de presencia (interpretado por Colm Feore) y no es la primera referencia en el show [Selina Kyle” (1x02)] aunque el asunto nos deja de nuevo en un mar de dudas. Ha pasado del secuestro de ‘homeless’ al clásico cliché del sótano de los horrores… Ciertamente Mooney fue convocada por el gerente de lugar (Combs) para negociar su propia extracción de sus ojos… Nos queda claro que Fish es una superviviente y sorprenderá con una tercera opción, sacándose su propio ojo con una cuchara y pisándolo ante la absurda y atónita mirada del administrador de ese tétrico y peligroso lugar. Muy The Asylum la cosa con esos chorros oculares saltando a la pantalla. ¿Y para qué hizo eso? ¿Mooney se cambio de sexo y acabó siendo Nick Fury en un crossover de Marvel y DC? Lo veremos en el próximo episodio… aunque nunca sepamos qué quieren con un personaje que sirviera para esa guerra encubierta con El Pingüino y que, ahora, no signifique absolutamente nada para el Dr. Dulmacher estando tuerta. O tal vez sí… Las meretrices tuertas cobran el doble...


Tras ese arrebato ocular de estupidez manifiesta y cúmulos de absurdos (pensábamos que Mooney armada con una cuchara acabaría con todos los malos-malosos del lugar y no hacer algo tan tonto), nos vamos a la evolución de El Pingüino en cámara lenta y sus problemas para conseguir licor. Digamos que el show tampoco sabe muy bien cómo integrar ahora a Oswald Cobblepot. Han hallado una extraña pareja con la inclusión de Butch Gilzean —y su experiencia— en la dinámica del club más FAIL de toda la ciudad. Simplemente seguimos recordando a nuestra amada Liza The Gremlin, el mejor personaje con diferencia de la serie e injustamente asesinado. Te echamos de menos… Tú eras la única que podías llenar ese escenario…

Respecto al procedimental y juego de máscaras, nos quedamos con la opinión de Harvey Bullock y esos freaks dispuestos a tomar las calles de Gotham. Ese juego y cadena de esbirros y ladrones tomando la icónica capucha —y pereciendo los unos con los otros— nos lleva a una revisión tróspida de Robin Hood. La vuelta de tuerca final resulta tan cómica como afín a ese habitual concepto de la serie: se trataba de una venganza contra los bancos que denegaron el préstamo para montar una panadería al jefe de los chicos… Nos indican que tienes que obligar a la gente a que te vean porque de otra forma, no eres nada…, aunque ciertamente tampoco esa exhibición hornera y de capuchas rojas no llevara a ningún sitio más allá del guiño final. Siempre alguien se alzará para ponerse esa ‘red hood’ y gritar al mundo ‘mi tessssssoro’. ¿Es que nadie pensó que en vez de robar y matar por la capucha roja podía hacerse una de nuevo y diferente con un trapo y dos agüjeros? ¿Y nadie pensó en la muerte de Justin Bieber en “CSI: Las Vegas” cuando ametrallaron al último pendejo con la capucha roja? 

Cada vez que leo en internet que alguien se toma en serio la serie. Sin acritud.

“Red Hood” ha sido uno de los episodios más aburridos de la temporada y Barbara trató de salvar los muebles con sus tonterías de estilo fashionistas y fiestas de pijamas de relleno. ¿Nos quieren decir que fue el perchero el que convirtió a Hiedra Venenosa y Catwoman en zorrones ‘kardashianos’? De momento, nos dejan con el «y es que las visten como putas…» en interruptus con el zas en toda la boca de Selina: ¿Qué bien te ha hecho… muerta de hambre? Queda claro aquello de que tu apariencia puede ser un arma tan poderosa como un cuchillo o una pistola y, sobre todo, que el perchero acabará siendo la asesora de imagen y zorronería tontuna de los personajes de DC Comics. Por favor, que acaben con el perchero y resuciten a Liza, la Gremlin. ¡POR FAVOR!


Del perchero sin percha y con kilotones de vergüenza ajena a sus espaldas, llegamos a una trama para tratar de dar hondura dramática y fondo a sus personajes. La llegada de un viejo amigo de guerra de Alfred a la mansión de los Wayne provocará que el pasado fluya y que sepamos más de la relación con Bruce por parte de su eterno mayordomo y ayudante… aunque no sepamos quién ayuda a quién. La estancia de Reggie (David O'Hara) no sabemos si iba a suponer una nueva lección de combate cuerpo a cuerpo para Bruce, si iba a dar información sobre las viejas historias confusas de guerra de Alfred y, sobre todo, si propiciaría algún giro episódico. ¡El perrito piloto para el guionista! Reggie se encuentra robando cosas del estudio de Bruce y acaba apuñalando a Alfred antes de huir. Obviamente Reggie traicionó por dinero a su amigo y su amo es ese gabinete de directivos corruptos de Industrias Wayne. Molly Mathis es la villana que ya intuíamos en Viper” (1x05) y Reggie incluso parece defender a ese buen chico que está en la mirilla de los presumibles asesinos de sus padres. ¿Acabará siendo Reggie ese villano con buen corazón redimiéndose? ¿Sobrevivirá Alfred? ¿Podrá protegerle Gordon? ¿Dejarán de abrazarse repitiendo la misma secuencia cada dos episodios? ¿O acabarán todos juntos en su antiguo apartamento con las cacho-perras-fashionistas-en-celo emulando la peor versión de ‘Gran Hermano Gotham Vip’? ESTO continuará… si es que existe algo que merezca continuar, claro… Al menos, siempre nos quedará la opción número 3… HAIL HYDRA!

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