lunes, 27 de febrero de 2017

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Lo de los Oscars


¿Qué puede ocurrir si coges a dos momias, las sacas del geriátrico y las subes a un escenario para presentar el premio más importante de la noche más transcendental con el sobre equivocado? ¿Qué puede ocurrir? Dicen que todo poder conlleva una gran responsabilidad y en el caso de Warren Beatty y Faye Dunaway su don ha sido cagarla a unos niveles apoteósicos y estratosféricos para que nos entretengamos tres días y toquemos a diez tuits y un meme por cabeza. No me gustaría hacer leña del árbol viejuno caído pero sí me gustaría describir, por el contrario, todo ese cúmulo de contrariadas sensaciones que ha producido el triunfo de Moonlight sobre La La Land en la categoría de Mejor película. El culebrón de lo vivido en el Dolby Theatre de Hollywood durante la 89ª edición de los Premios de la Academia puede analizarse desde su vertiente más sensacionalista, quedándonos con una pulpa que compendia y resume la funcionalidad actual de las redes sociales a la perfección. La controversia generada por una épica (?) confusión de sobres no deja de recordarnos que Bonnie & Clyde eran ladrones que asaltaban a los ricos, favorecían a los humildes y ridiculizando a las autoridades… Aunque, ¿aquí no ha sido al revés? Conviene recordar que ambos murieron fusilados por sus crímenes y, 50 años después de su estreno, la historia se ha repetido en su versión cadáver andante en plena noche de emisión de The Walking Dead. Centrarnos, por lo tanto, en que nadie se percató de que la provecta pareja llevaba en sus manos el sobre de Mejor Actriz puede ser tan gratuito como descaminado para dar sentido a una realidad más tenebrosa que una anécdota de cara a la historia de los Oscars. Ni los Goya son pioneros en la materia ni la comparación con Miss Universo 2015 es apropiada porque estamos olvidando el trasfondo de la cuestión que no es otro que romper ciertas dinámicas respecto a los largometrajes que tradicionalmente se premiaban en los premios de la excelencia cinematográfica de Hollywood. 

Intentemos olvidarnos de las manos de Nicole Kidman aplaudiendo y del garrafal error del In Memoriam que ha dejado devastada (y en la tumba) a Jan Chapman. Considero que para analizar correctamente lo ocurrido en la madrugada del 27 de febrero de 2017 lo correcto es hallar el motivo por el que la Academia trataba de desmarcarse de ese guion impuesto en el que un tuit de Bill Maher pudiera marcar los tiempos. ¿Cómo podía dar una lección Hollywood a su narcisista presidente otorgando todos premios posibles a una película que trata exclusivamente de lo que hacen en Hollywood? ¿Ya no se habían mirado suficiente el ombligo ignorando y desdeñando a la que los críticos internacionales consideraron la quinta mejor película del presente siglo? La idea, entonces, era voltear ese destino imprimido y revelar que un filme de apenas un millón y medio de presupuesto —y que trata sobre las minorías y la búsqueda de la identidad— podría ganar el premio gordo de la noche. Los Oscars siempre han sido muy crueles con películas que han sido considerada clásicos contemporáneos, ya sean para la cultura popular o para la crítica. Y no hace falta irse al año y edición de “Pulp Fiction” y “Cadena perpetua”Podemos hablar, sin salir de la presente década, de Boyhood (Momentos de una vida), deMad Max: Furia en la carretera, de Her, deAmor, de La red social e incluso de El árbol de la vida. Incluso muchos pudieran confeccionar su lista alternativa de desplantes. La cuestión es que todo ese discurso que tenía que servir de ejemplo a Donald Trump ha quedado tan deslucido como distorsionado. ¿O qué va a pensar Trump más allá de un apaño en el último minuto? ¿Ha servido, por lo tanto, la moraleja y fábula que la industria del cine quería contar a su presidente?


Pensemos en la idea: Hollywood deseaba coronar y que subiera al escenario contra todo pronóstico la niña pobre y afroamericana a la que nunca nadie miraba y cuya función era permanecer observando a los triunfadores en el patio de butacas. El problema es que esa representación soñada ha quedado complemente enturbiada al provocar que la niña rubia, blanca y rica, ascendiera en primer lugar para darse cuenta del error y que fuera en su noble sentido de la heroicidad aquella que hiciera un cambio de roles ante una conmocionada multitud. La supuesta burla al cliché, por lo tanto, ha quedado desdibujada en un cúmulo de catastróficas circunstancias. Otra lectura pudiera ser el propio final de La La Land y esa fantasía que solamente era un sueño y visión alternativa y onírica de la historia, siendo Emma Stone y Ryan Gosling los espectadores de un romance condenado a una ruptura final. En cierta medida esta historia de amor comenzó a flaquear cuando el filme de Damien Chazelle no ganó el Oscar a Mejor Montaje y “Animales fantásticos y dónde encontrarlos” y Escuadrón Suicida obtenían premios en los no eran las grandes favoritas. Aunque la bomba comenzó a mascarse desde la cara de enfado de Denzel Washington al ‘birlarle’ su Oscar Casey Affleck y prepararnos para ese golpe de efecto y cambio de rumbo que iba a suponer ver cómo Warren Beatty y Faye Dunaway proclamaban el triunfo de Moonlight ante un convulsión generalizada. El problema es que al gritar el nombre de La La Land, aunque sea por un minuto, ese mensaje de reivindicar a las minorías ha quedado como un premio de consolación para la propia consolación; como un giro del destino debido a un monumental desconcierto en el que se habla demasiado pero en la que se está olvidando el verdadero objeto de la confusión. Ya nadie va a creerse ese mensaje de que en Hollywood cualquier sueño es posible, simplemente se trata del fruto de un error o una de mera y desafortunada proclama política. Todo, al fin y al cabo, es tan etéreo y rocambolesco como un nombre escrito dentro de un sobre. Que se lo cuenten a Trump.

Pese a algunas sorpresas la quina tampoco estuvo tan desviada...

Apunte bastardo: Disculpadme si peco de puta pero me ha impactado más el momento ‘polla’ de “American Bitch” (6x03) de “Girls” que lo de Warren Beatty. Las cosas y escrotos como son.

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3 comentarios:

  1. BASTARDO, necesito la reseña del cap. de Girls, PARA HOY.

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    1. Lo siento Hernan, solamente habrá reseña de la temporada final (más la ya publicada del comienzo de la misma). :/

      SOOOOOOOOOOOOOOOOOOOORRY.

      ^_^

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  2. NOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Es un capitulo muy especial y lo sabes, me puedo indignar?

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