miércoles, 6 de septiembre de 2017

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The Strain (4x08) Extraction: Zach, Zach, Zach… por siempre Zach…


“The Strain” ya se ha posicionado en su recta final y Paco Cabezas dirige un episodio que debería dejar todo redirigido hacia un clímax propicio para el ‘series finale’. “Extraction”, octavo episodio de la cuarta y última temporada de la serie de FX, incide en esas líneas argumentales alrededor de las distintas vías que los protagonistas tienen para acabar con el Maestro y las dudas que surgen ante su estrategia. ¿Tendrá más éxito un arma nuclear al ver que fue la elección del Maestro para acabar con Los Antiguos o, por el contrario, el último descubrimiento de Abraham Setrakian sobre el Occido Lumen es la clave para derrotar al gran villano? Precisamente Setrakian es parte del eje de un capítulo que se despide de uno de los personajes principales debido a su decisión de sacrificarse para acabar con su némesis nazi. El anciano ya advierte a sus amigos que para conseguir esa ansiada victoria tendrán que inmolarse… En “Extraction” vamos a tener un obvio relevo de esa espada de plata que pasará a manos de Vasiliy Fet y, también, todo es envoltorio de dudas y conflictos en el bando que trata de frenar la plaga desatada por el Maestro. ¿Se están equivocando aquí? ¿Es la mejor opción? Aquello que queda claro es que Guillermo del Toro y Chuck Hogan están ofreciendo a los espectadores ahora aquello que exigían tiempo atrás: un carrusel de acción y terror con algunos toques de drama personal y humano. Y, ahora, ¿qué va a suceder cuando el frente rebelde y el otro bando Strigoi han perdido a dos de sus mejores bazas para ganar la guerra? Repasemos “Extraction”

Vayamos al descubrimiento de Setrakian que pasa por una vía para derrotar al Maestro debilitando su fuente de poder. No se piensen que su capacidad para hacer el mal nace de un concepto extracorpóreo tradicional sino que ese vampiro se alimenta, en cierta medida, de los humanos que colaboran con sus pérfidas acciones. Si entendemos a “The Strain” por esta vía, comprendernos que la colaboración del hombre más poderoso del planeta fue definitiva para ese plan que acabó convertido en una invasión a gran escala. En cierto modo, el Maestro desea vengarse de esa humanidad que lo condenó y redujo a ser un paria y una rata oculta en un agujero esperando mejor suerte. Por fin, ha alcanzado su sueño de ser el gran señor de esa especie que puede utilizar a su antojo. Son su ganado, sus ovejas. Pero aquí llega la letra pequeña. Según el Occido Lumen si se consigue desprender a los colaboradores alrededor del gran villano, su poder quedará tan debilitado que será fácilmente derrotado y destruido. ¿Será verdad?


Los escritores, funerales formales aparte, plantean la eterna disputa entre esos dos frentes que enmarcan Fet y Mr. Quinlan con Eph y su ex rata muerta sobre su calvorota. Dutch se pone de perfil… esperando ver cuál de sus dos machos se impone sobre el otro para llevarse su cuerpo serrano a la cama de la peor hacker de la historia de la televisión. Alex era su rival y ha dicho adiós. Bye, bye. No obstante, Dutch ha acabado convertida en la versión femenina de Jason Bourne y sus acciones se antojan fundamentales para decidir el futuro de la humanidad si deja sus bragas en su sitio. En fin…


Antes de nada, me gustaría hacer una mención a la cara de pasotismo que luce Gus ante el resto de compungidos protagonistas por la muerte de Setrakian. Incluso Quinlan da la impresión de sentir pena por decapitar a su antiguo aliado… Pero Gus no. Normal. Murió su primo y allí nadie le dio el pésame. ¡HIJOS DE FRUTA!


Tras los enfrentamientos, toca pasar a la acción. El plan del Amo es el más previsible: no va a crear a un ejército de generales sino que desea utilizar a Zach y al peor personaje de la historia de la televisión para acabar con sus enemigos. Yo también hubiera hecho lo mismo. Y fácil lo tiene… aunque, sin embargo, considero que la idea implíticita es que Zach es la auténtica arma de destrucción masiva en el desenlace de “The Strain”: todo aquel que tenga su control y poder ganará la contienda. ¿Quiere decir esto que nos van a vender una redención del niñato más odiado de la galaxia y que tal acto acabará con el Maestro? Mejor no pensarlo que a uno ya le tiemblan las piernas con solo pensar tal posibilidad… Que el cliffhanger de “Extraction” sea el predecible encuentro de un padre con su hijo me resulta tan rutinario como necesario para aquello que se desea plantear. Judas ya está aquí… y el Fin del Mundo (Redefinitivo) se acerca… Miedo, miedito, miedo.


El resto de héroes decide dejar el debate de qué hacer hasta que no localicen la posición del Amo ya que, evidentemente, arrojar una bomba en la ciudad y acabar con la vida de colaboracionistas e inocentes los convertiría en Zach 2.0… Como los escritores desean utilizar cierta economía narrativa, el objetivo va a ser el despreciable Sanjay Desai. Veremos que incluso se planteó acabar con la vida de alguna mujer embarazada solamente para frenar el ímpetu insurrecto de Dutch y Fet. En este punto, también se establece ese leitmotiv en el que vamos a ver cómo algunos colaboradores van a poner freno (incluso con su propia vida) a esa espiral de violencia e inhumanidad reinante. Quinlan comparaba ese ambiente con el de la decadencia de Roma pero, contrariamente, la fe pueda aplacar esa peste que amenaza con acabar con todos. Sabemos que Fet tiene una promesa pendiente con su ‘maestro’ y aquella figura paternal que representaba Setrakian aunque, no obstante, “Extraction” se ciñe a su carrusel de acción y tensión con todo tipo de enfrentamientos. Yo te salvo, tú me salvas, ellos me salvan… Es aquello que se le exigía en el pasado al espectáculo y que en contadas ocasiones ofreció…


Sanjay acabará en poder de nuestros protagonistas y es la clave para dar con el paradero del Maestro. El problema, como siempre, es Zach. Zach, Zach, Zach… 


Y Zach ya está de nuevo aquí…

Y ha dejado a sus dos parientas en casa. 

A éste lo que le gusta es la poligamia y la necrofilia. 

Se me convulsiona hasta la rata muerta refugiada que tengo sobre mi cabeza en este momento… 

Miedo, miedito, miedo.

Aunque, para miedo, lo que ha dejado Setrakian en su testamento:


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1 comentario:

  1. Saludos desde Chile!!!...la paso bien leyendo este blog. Eph es igual al original vocalista de la banda gringa STYX ( Dennis DeYoung ). Si hasta usaba una rata muerta en la calvorota..jajajaja!!!!...

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